Padre y amigo
Esta sección trae el nombre del que queremos homenajear. Juan Carlos Scannone SJ, argentino, jesuita, de 88 años, falleció el último 27 de noviembre del 2019. Aquí pretendemos colgar informaciones sobre su persona y obra vastísima, así como reflexiones sobre el impacto que su trabajo trajo y trae a la teologia en el norte y el sur de América.
A todos los que lo conocimos, Pe. Scannone impresionaba por su gran inteligencia y profundo conocimiento. Pero también por su fantástica capacidad de transmitir y hacer accesible ese conocimiento tanto a intelectuales, universitarios como a personas sencillas y humildes.
Era una persona muy agradable, sencilla. Formado en los mejores centros filosóficos y teológicos de Europa, en Alemania, en Italia, tenia sin embargo una capacidad increíble de jamas perder su raíz latinoamericana. Su trabajo era siempre dirigido hacia el pueblo del continente que el tanto amó y sobre el cual tanto estudió y reflexionó.
Fue fundador y gran difusor de la teologia del pueblo, ramo de la teologia latinoamericana que elaboró sobre la opción por los pobres desde la historia de la cultura. Su bibliografía es inmensa, con artículos y libros sobre esta teologia, que fueron leidos y aprendidos por muchas generaciones de teólogos latinoamericanos y también europeos.
En su labor docente tuvo muchos alumnos ilustres. Pero uno se destaca de manera especial: Jorge Mario Bergoglio SJ, hoy Papa Francisco. En el diálogo con Pe. Scannone, que le llevaba solo algunos años de edad, el argentino Bergoglio ha bebido seguramente mucho de lo que hoy hace el trasfondo de su teologia y su sentir espiritual y apostólico. Todo esto que trasborda en los documentos que escribe, empezando por la Evangelii Gaudium, se puede encontrar en el pensamiento y obra del Pe. Scannone.
En el encuentro de Rio de Janeiro del 16 al 18 de octubre, durante el cual se ha fundado la red Ecclesia in America, Scannone fue una presencia de valor inestimable. Cada intervención suya, cada reflexión aportaba todo una apertura a lo nuevo y una profundidad profundamente enriquecedora para aquello que se construía en conjunto.
En la sesión conclusiva, hizo una intervención que fue una bendición y una confirmación para todos los que allí estábamos.
“La realidad de América es poliédrica, somos unos y al mismo tiempo diferentes. Es importante afianzar no sólo la unidad de América Latina y el Caribe, sino de América. Hay algo propio de América que nos diferencia de los europeos… Este encuentro representa algo nuevo y distinto a otros eventos similares. No ha sido algo meramente académico y por otra parte emerge con fuerza algo que nos desafía: el tema de la diferencia y los de abajo. Nosotros no somos periferias, porque somos academia. Podemos poner nuestro servicio allí donde hay sabiduría de la vida, futuro de vida nueva que surge desde abajo. De acá puede nacer una semilla de respuesta universitaria al servicio de la misión de la Iglesia, a favor del grito de la tierra y los pobres.”
No sabíamos que esas palabras que expresaban lo vivido en aquellos días era igualmente una despedida. Hoy lo recordamos con respeto y cariño infinitos y nos conforta la seguridad de que nos acompaña y nos anima desde la luz del Resucitado donde ahora vive. Que podamos seguir profundizando y divulgando su obra inestimable para la Iglesia y la sociedad.